Violeta Parra (Chile)


GRACIAS A LA VIDA

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me dió dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado,
y en las multitudes el hombre que yo amo.


Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído, que en todo su ancho
graba noche y día; grillos y canarios.
martillos, turbinas, chubascos
y la voz tan tierna de mi enamorado.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano y luz, alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me dió el corazón, que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto;
así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto
y el canto de ustedes, que es el mismo canto,
y el canto de todos, que es mi propio canto.


*


OBRIGADA À VIDA

Obrigada à vida, que me deu tanto.
Deu-me dois astros que, quando os abro,
distingo logo o negro do branco,
e no alto céu o seu fundo estrelado,
e nas multitudes o homem que eu amo.

Obrigada à vida, que me deu tanto.
Deu-me o ouvido, que em todo o seu tamanho
grava noite e dia; grilos e canários.
martelos, turbinas, bátegas
e a voz tão terna do meu namorado.

Obrigada à vida, que me deu tanto.
Deu-me o som e o abecedário,
com ele as palavras que penso e declaro:
mãe, amigo, irmão e luz, iluminando
a rota da alma do que estou amando.

Obrigada à vida, que me deu tanto.
Deu-me a marcha de meus pés cansados;
com eles percorri cidades e charcos,
praias e desertos, montanhas e planícies,
e a casa tua, a tua rua e o teu pátio.

Obrigada à vida, que me deu tanto.
Deu-me o coração, que agita a sua moldura
quando olho o fruto do cérebro humano,
quando olho o bom tão longe do mau,
quando olho o fundo dos teus olhos claros.

Obrigada à vida, que me deu tanto.
Deu-me o riso e deu-me o choro;
assim distingo destino de desalento,
os dois materiais que formam o meu canto
e o canto de vocês, que é o mesmo canto,
e o canto de todos, que é o meu próprio canto.

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Violeta Parra (San Carlos, 4.10.1917 — Santiago do Chile, 5.02.1967)

Tradução: Sandra Santos

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